Anax imperator descansando sobre un tallo de bambú |
El nombre le hace justicia a este odonato anisóptero de la familia Aeshnidae, que puede alcanzar los ocho cms. de longitud y 12 de envergadura. Sus acrobacias sobre charcas o piscinas son extraordinarias. Pueden volar hacia adelante, hacia atrás, en línea recta, subir o bajar en dirección vertical, girar sobre su cuerpo, detenerse como un cernícalo, flotar y alcanzar en segundos hasta doscientos kilómetros por hora. ¡Verla volar es un espectáculo!
Es la libélula más grande de Europa occidental. No puede replegar sus alas, al contrario que los caballitos del diablo. Descansa, pues, con ellas extendidas, que forman ángulo recto con relación al cuerpo, que es fino, alargado y de colores vistosos que pueden incluir el verde claro y el amarillo, sobre una base azul listada en negro.
Es una extraordinaria cazadora. Se alimenta de insectos grandes. y caza tábanos. Desde el año 2000, seguramente aprovechando la bonanza de las temperaturas, se ha expandido hacia Europa del norte y a mayores altitudes. Sus ojos contienen hasta treinta mil unidades oculares (omatidios) lo que le permite una visión panorámica de 360 grados con tal agudeza que es capaz de detectar el más mínimo movimiento a una distancia de hasta cinco metros y medio. Es incluso capaz de devorar sus presas en pleno vuelo gracias a sus mandíbulas extensibles.
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