lunes, 31 de enero de 2022

AMEGILLA QUADRIFASCIATA

Amegilla quadrifasciata, 3 agosto, 2010 (Cascajo)

 La abeja excavadora de bandas blancas es fácil de distinguir por el diseño de su abomen y el tórax velludo, rubio o anaranjado, y por sus grandes ojos compuestos y de un verde obscuro. Pertenece a la familia Apidae y está distribuida por Europa y Asia hasta Japón, también vive en las Canarias.

Mismo ejemplara

Los adultos miden en torno al centímetro con algunas diferencias de coloración entre machos y hembras. Liban néctar en labiadas, boragináceas y primuláceas con sus grandes y características probóscides, usando las patas para cargar polen. 

Idem

Es una abeja solitaria. Las hembras cavan sus nidos en taludes y pendientes orientadas al sur, en terrenos blandos. Allí depositan sus huevos y el alimento para sus larvas, que pupan en otoño y emergen como abejas en marzo.

...Aquí el susurro y desigual ruido
que en su labor nos hacen las abejas
regala muchas veces el oído...

Rodrigo Fdez. de Ribera. Epístola a Juan de Heredia

jueves, 27 de enero de 2022

MUTÍLIDOS (HORMIGAS DE FELPA)

 

Ronisia barbarula (Muttillidae), 31 mayo 2009

La primera vez que me topé con un bicho de estos no sabía en que cajón o conjunto incluirlo. Luego me enteré que a los mutílidos se les llama "hormigas de felpa" o "de terciopelo", pero no son hormigas, en realidad tienen mucho más de avispas, por su tamaño y por su aguijón, sólo las hembras, con el que pueden picar repetidas veces. Algunas especies de mutílidos toman en América el nombre de cow killers, asesinas de vacas, por la potencia de su veneno. 

Las larvas de los mutílidos son ectoparásitos. Las hembras buscan nidos de otros insectos, abejas y avispas mayormente, e introducen sus huevos en casa ajena. Sus larvas, ectoparásitas, emergerán de los huevos antes que sus hospedantes y los devorarán vivos hasta matarlos. 

Los mutílidos se clasifican en la superfamilia Vespoidea del orden de los himenópteros (abejas, avispas y hormigas), en el suborden Apocrita y el infraorden Aculeata. Existen 230 géneros con más de 8000 especies por todo el mundo, sobre todo en los trópicos.

Macho alado de mutílido, 21 agosto 2010

Poseen un órgano de estridulación en el abdomen con el que ahuyentan a los depredadores. En los mutílidos se da un gran dimorfismo sexual, las hembras carecen de alas, al contrario que los machos que pueden ser mucho más grandes y con antenas más desarrolladas. Los adultos se alimentan de néctar. Son las únicas avispas con surcos velludos en el metasoma y con los segmentos del cuerpo medio fusionados en el dorso, con un protórax distintivo y un peciolo similar al de las hormigas. Se han encontrado mutílidos fósiles conservados en ámbar de hasta cuarenta millones de años.

La especie barbarula (v. supra) presenta en la cabeza una característica mancha blanca, triangular. Prolifera donde son abundantes los nidos de Megachile y Anthophora, cuyos nidos parasita, en espacios abiertos pedregosos o arenosos.

CHOROSOMA SCHILLINGI

 

Chorosoma schillingii, 12 septiembre 2010

No he vuelto a ver a esta chinche de las plantas alargada, lampiña, de color paja y con dos líneas obscuras longitudinales muy características, que sin duda le sirven para camuflaje entre la hierba. Sin contar antenas ni extremidades, mide centímetro y medio.

Posee antenas fuertes y largas y patas igualmente largas y muy finas con las que se entrega a movimientos lentos. El nombre griego "choros" significa precisamente danza, salto, y "soma" cuerpo, cuerpo de bailarín. Schillingii por que tal vez fuese Peter Samuel Shilling (1773-1852), un pedagogo y entomólogo alemán, que estudió teología y filología, quien lo describiese por primera vez como especie europea. En algunas entradas de la Red está perdiendo la doble i del genitivo latino y aparece como schillingi.

Chorosoma shillingi, mismo ejemplar.

Esta chinche pertenece a la familia de los Rhopalidae (antes llamados Corizidae). Orden Hemiptera. Al contrario que los Coreidae, los rhopálidos carecen de glándulas odoríferas. Se suelen alimentar de semillas de plantas herbáceas. Se cuentan más de doscientas especies por casi todo el mundo.

jueves, 20 de enero de 2022

CARPOCORIS MEDITERRANEUS


Carpocoris mediterraneus, 11 de agosto 2019


Una chinche muy común en nuestros campos, vegetariana. Tanto ninfas como adultos se alimentan de savia. Pueden estropear cultivos hortícolas si no se les tiene a raya.
Cuando notan que los observan, en lugar de huir se esconden detrás de tallos y hojas.
De la familia de los pentatómidos por su simetría de pentágono. 

Carpocoris mediterraneus sobre Centaurea solsticialis
cardo abrepuño o del solsticio, 1 julio 2018


Debajo de sus alas membranosas esconde otras aptas para el vuelo. El margen cebrado, rojo y negro en la foto superior, de su abdomen, puede ser también, según su madurez, amarillo y negro. Inconfundible, con cara pequeña y un rostro alargado en una aguja chupadora que esconde bajo el vientre, ojos saltones y antenas largas formadas por 5 artejos. La hembra es capaz de poner más de 500 huevos en un solo verano.

Sobre tajetes, 21 de julio 2020


Es fácil encontrarse en los Cerros con esta chinche de las plantas. Si para afotarla te aproximas despacio, no huirá, pero con cuidada indiferencia te dará la espalda. Ojo, que si la tocas puede excretar una sustancia tóxica con cianuro. Ya hemos dicho que se alimenta de savia que chupa con la larga jeringa que pliega bajo el tórax. Pertenece al suborden de los heterópteros porque tiene un par de alas quitinosas y otras dos verdaderas, que pliega debajo. Familia Pentatomidae porque sus antenas están divididas en cinco segmentos. También se les llama "chinches de escudo" a esta y a su legión de parientes. En este caso son características también las charreteras azul oscuro y los márgenes cebrados del abdomen. Para el hortelano pueden convertirse en plaga.


"Funambulista", sobre Heliotropium europaeum, berruguera,
foto colgada en nuestra galería de FotoRed

ficha técnica de la foto "Funambulista": Cámara: PENTAX K200D Iso:100 Exposición (v):1/125 segundos Apertura (f):2.8.

"Funambulista" mereció el sabroso comentario del maestro fotonaturalista Salvador Solé Soriano:

"Un macro espectacular. Pero creo que lo mismo que lo hace impactante, es su punto débil; el exceso de saturación del color. Cierto que con menor saturación no resultaría tan llamativo, pero la composición es muy buena, con las pautas de los capullos y las flores abiertas cruzando el encuadre. Por eso creo que sería mejor no dejarse llevar en exceso por el entusiasmo cromático, aunque un toque sí que ayuda. Lo cual no es más que una opinión. Considero que el padre de la criatura es quien, oídos los alegatos particulares, debe tener la última palabra".

Carcoporis mediterraneus en una umbelífera,
24 julio 2020, puede verse la probóscide.



martes, 18 de enero de 2022

ABEJA CORTAHOJAS

 

Megachile sp. sobre Ononis natrix, pegamoscas, 24 mayo 2014

La ciencia y la poesía no deberían andar tan distantes. Fue precisamente la mirada poética de Mauricio Maeterlinck la que dio a sus obras naturalistas (La vida de las abejas, 1901, y La inteligencia de las flores, 1907) su universal valor filosófico y literario, digno de un premio Nobel. En uno de sus escritos menores -un artículo en homenaje a Jean Henri Fabre el “Homero de los insectos”- el gran escritor y místico belga se refiere a una abeja singular, silvestre y solitaria, frecuente en nuestros jardines, del género Megachile: la abeja cortahojas. 

Dentro de un aparador al aire libre, nidos en forma de cartucho
 fabricados por Megachile con recortes de hojas. Puede verse
la cabecita de la abeja en uno de los cartuchos amarillos (4 julio 2009).

Resulta que fabrica unos nidos curiosísimos para poner sus huevos, con alvéolos formados por una multitud de discos y elipses vegetales, cortados con precisión matemática de las hojas de árboles y arbustos (preferentemente rosales). Cita a J. H. Fabre:

Megachile centuncularis, 18 agosto 2011
“¿Qué guía tiene la Megachile para cortar en bellas elipses la fina tela del robinero? ¿Qué modelo ideal conduce sus tijeras? ¿Qué métrica le dicta las dimensiones? No parece, sino que el insecto es un compás viviente, apto para trazar la curva elíptica por cierta flexión del cuerpo, de la misma manera que nuestro brazo traza el círculo girando sobre el apoyo del hombro. Un ciego mecanismo, simple resultado de la organización, parece ser el único agente en su geometría”.
Sin embargo, el entomólogo sagaz duda de la explicación mecanicista, y se maravilla porque el "mecanismo" no puede ser tan ciego, ya que la abejita cambia de radio y modifica el grado de curvatura según las exigencias de su plan constructivo. ¡Y no solo eso!, sino que para tapar el nido, ya no recorta óvalos, sino círculos, y esos círculos se adaptan a la boca del recipiente con una precisión matemática.


Megachile centuncularis recortando con precisión de geómetra
un "ladrillo" para su nido, 18 agosto 2011.



El corte de la hoja del rosal


La familia Megachilidae es cosmopolita. No todas sus especies, de las 1.500 descritas, cortan hojas. Una de ellas, Megachile rotundata se ha usado comercialmente como polinizadora de alfalfa. 

Megachile sp. libando en una zarzamora, 3 junio 2020.

La hembra es más grande que el macho y pone un huevo en cada celda de su nido con una provisión de néctar y polen. Los machos emergen antes y mueren tras el apareamiento. Otros himenópteros las parasitan o les roban sus provisiones (cleptoparasitismo).


Megachile sp. sobre un tajete, 15 julio 2020.

La abeja más grande el mundo pertenece a esta familia, Megachile pluto, la abeja de Wallace, llamada así porque la descubrió el famoso naturalista Alfred Russsel Wallace en la selva de Indonesia. No se la volvió a ver durante 120 años, hasta que en 2019 fue filmada. Recoge resina con sus enormes mandíbulas y es considerada especie amenazada y vulnerable.

domingo, 2 de enero de 2022

BELLOTAS Y BALANINOS



TIEMPO DE BELLOTAS


Uno no se explica cómo en una península donde tanto valor ecológico tuvieron y tienen robles, alcornoques, quejigos y encinas (género Quercus), la bellota posee tan poca consideración culinaria y simbólica, salvo metabolizada, claro, por el marrano ibérico en sabrosas chacinas y jamones pata negra. Indiscutible el valor nutritivo de la bellota, que la hace fruto preferido por las ardillas, tan listas.

A nuestro ridículo héroe a la par que entrañable don Quijote, le trajeron las bellotas servidas por unos cabreros recuerdos de aquella Edad de Oro en que no había ni "tuyo" ni "mío" porque cualquiera alzaba la mano y de las robustas encinas obtenía liberalmente el dulce y sazonado fruto. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia.

- ¡Ya, ya!

Mi madre, en los inviernos de hace medio siglo, más rigurosos que los de hoy (a fin de año están nuestras bellotas en su punto), me llenaba el bolsillo con ellas y, con hambre de nene, a mí me sabían a gloria a la hora del recreo. Así que me traigo un puñado todos los años de una encina amiga (subespecie "ballota") que las regala dulcísimas. Gracias a Dios, esta y otras de los Cerros han sobrevivido al hacha, a la motosierra y a la "Seca", enfermedad que está asolando muchos encinares españoles en la actualidad.

Existe un programa civil para plantar un millón y medio de bellotas mejorando nuestros bosques y plantando cara al cambio climático: http://lagranbellotadaiberica.org/


Larva de Curculio elephas, el balanino de la bellota


BALANINOS


Este níveo y translúcido gusanito es la larva de un escarabajo: el gorgojo de la bellota. El adulto tiene una larga trompa que mide más que su cuerpo, de ahí su nombre Curculio elephas, o sea, gorgojo elefante. Tras aparearse en primavera, la hembra usa su larguísima probóscide para hacer un diminuto pero profundo agujero en la bellota, se da vuelta, pone el huevo y empuja con la trompa hasta el fondo. Cuando la larva ha engordado y la bellota ha caído, hace un mayor agujero y se entierra en la tierra donde pasará el invierno y pupará.

He contado arriba como cuando chico y con carámbanos en los aleros de las casas, antes de salir para la escuela, mi madre me llenaba el bolsillo con algunas bellotas..., sigo buscando las más dulces, de encinas viejas, y sigo comiéndolas con gusto, ¡si no se me adelanta el balanino!

Melchor de Santa Cruz cuenta la historia de un "cristiano nuevo" (judío converso) que comía en el campo con unos caballeros. Circuló un "pernil de tocino" y el pobre hebreo, por temor, se tragó con su asco, que disimuló, el jamón con su tocino, que "marrano" era y jamás lo había comido aunque fuese cristiano sincero. En cuanto pudo se alejó y apoyado en una encina se metió los dedos en la boca y vomitó. Dos caballeros le vieron y se burlaron preguntándole cómo era que el estómago no lo admitía. El converso respondió con ingenio: "No es eso, no. ¡En cuanto sintió el puerco la bellota, no hubo diablo que lo retuviera dentro!".

Melchor de Santa Cruz. Floresta española (1574), 7ª, III.



Licor de bellota de graduación ligera


LICORES HISPANOS


Es increíble que habiendo una tan extraordinaria tradición hispana en la destilación de licores de hierbas, de nueces, de bellota, resolís, vinos generosos, formidables brandis jerezanos, sidras asturianas, pacharanes vascos, etc., nos hayamos dejado embaucar por mejunjes extranjeros de calidad dudosa y siempre, por importados, más caros. ¡Cuestión de marketing! No me importa hacer publicidad del Miura, riquísimo licor de cerezas silvestres de la sierra sevillana, o de este licor de bellota fabricado en Extremadura.