miércoles, 29 de diciembre de 2021

SETA DEL MUSGO




ARRHENIA RICKENII

Sin duda hay que entrenar la mirada para ver lo que ve el gnomo, el bosque mágico y diminuto por donde corren duendes y vuelan hadas como Campanilla.

A esta bella enana dorada, sin valor culinario (salvo para el pitufo y la pitufa), también se le llamó Omphalia rústica que alude a la forma de ombligo embudado de su sombrero, cuyo diámetro pasa raramente de los dos cms. Y que también puede adoptar forma umbiculada, de paraguas. 

Arrhenia rickenii, 29 de diciembre, Cerros de Úbeda

Es saprofita del musgo, de cuya materia en descomposición se alimenta en otoño e invierno. La he fotografiado en noviembre y diciembre, seguramente su crecimiento depende de factores ambientales como el calor o la lluvia.







LAUREL




LAURO NOBILIS

Del nombre del laurel viene el adjetivo "laureado" con el sentido de premiado, por la costumbre clásica de coronar con laurel, árbol de Apolo, padre de las Musas, a los vencedores olímpicos.

Arbusto o árbol mediterráneo, los hay machos y hembras. O sea, es planta dioica. Las especies más antiguas lo son.

Las flores masculinas, como las de la foto de arriba, tienen de ocho a doce estambres con dos nectarios cada uno y un gineceo atrofiado. Las femeninas poseen dos o cuatro falsos estambres (estaminodios) y un ovario con cuello corto y grueso (estilo) y boca poligonal (estigma).



Los frutos son bayas negras cuando maduran en otoño con el tamaño de aceitunas. Los de la foto son de 28 de noviembre, obviamente de un laurel hembra, ya se ven los capullos de sus futuras flores primaverales.

Las hojas de laurel arden bien incluso verdes. Los griegos le atribuían al humo efecto purificador y psicodélico.

El laurel soporta bien la poda, pero aguanta mal las fuertes heladas.

Lo de "quien planta un laurel no lo ve crecer" es un mal agüero. Si cuenta con agua suficiente y buena tierra se hace árbol en poco. Su principal enemigo son cochinillas y pulgones. A veces sobre la melaza de las cochinillas crecen hongos negros que afean su tronco.

En el Albaicín granadino se sigue apreciando su madera para trabajos de taracea y marquetería.

martes, 28 de diciembre de 2021

Ola brillante

Idaea ochrata, hembra, 24 mayo 2019. Cerros de Úbeda

 Univoltina (una sola generación al año), Idaea ochrata mide de 21 a 24 mm, vuela a finales de mayo hasta agosto, frágil de finas alas, color café con leche con ondas marcadas de obscuro y costumbres nocturnas. 

Familia Geometridae, subfamilia Sterrhinae, tribu Idaeini. Sus larvas comen Crepis, Taraxeum y Tussilago.

Vista ventral de la misma individua


GRIS MOTEADA

 

Colostygia multistrigaria, La Asperilla, 22, diciembre 2021

De la amplia familia de  los geómetridos, lepidópteros glosados (con espiritrompa) y ditrisios (las hembras tienen dos aberturas sexuales). Los Geometridae se llaman así porque sus larvas parecen agromensoras al marchar arqueando el cuerpo cilíndrico estirándose para luego contraerse, como si midieran el suelo a palmos.

Esta polillaoriginaria del oeste, suroeste de Europa y norte de África mide de 26 a 31 mm. Las larvas se alimentan de Galium de marzo a junio, pupa en invierno.

Subfamilia Larentiinae, tribu Cidariini.



domingo, 26 de diciembre de 2021

ELÉBORO

 

9 de mayo de 2009. Sierra de Cazorla

Del epitimio o epítimo (helleborus foetidus) dicen que es planta parásita del tomillo y contaron que purga la melancolía cuando resulta bilis negrísima; así como el hongo agárico cura de exceso de flema y el ruibarbo saca la cólera y la pimienta, reina de las especias, conforta y aprieta. Pero la teoría de los cuatro humores es agua pasada y no he encontrado confirmación científica de su condición parásita, o semiparásita.

Aparte de "epítimo", al eléboro silvestre también se le llamó veratro. Pedro Mejía escribe: "La codorniz come el veratro, que es la yerba del ballestero, sin que le haga daño, y otras aves mueren en comiéndola, y el hombre, si es herido con ella, lo mata" (Silva de varia lección, II, 39).

En efecto, "los latinos le llamaban veratrum et melampodium, y en castellano se llama urdegambre, y por otro nombre yerba de ballesteros. Tiene virtud admirable para curar los humores melancólicos" (Covarrubias, s. v. "eléboro").

El DRAE dice de la hierba de ballestero que es el veneno hecho con un cocimiento del eléboro. En efecto, con esa sustancia extraída del Helleborus foetidus parece que envenenaban los ballesteros sus flechas.

Es una hierba perenne que crece hasta el medio metro y divide sus hojas en foliolos coriáceos irregularmente palmeados. Sus flores con forma de taza están formadas por sépalos verde amarillento con márgenes rojizos. Es frecuente en márgenes y claros de encinares de montaña.

Florece en invierno o principios de primavera. Toda la planta es venenosa, aunque no letal para el hombre. El polvo de sus hojas y flores secas se usó como purgante. Las hormigas depredan y dispersan sus semillas, así como los ratones de campo.

Sierra de Cazorla, 14 noviembre 2021


domingo, 19 de diciembre de 2021

MIRTO O ARRAYÁN

 

Myrthus communis con frutos, 9 dic. 2021


Myrtus communis


Los cristianos le llamaban mirto; los musulmanes "arrayán", del árabe الريحان ar-rayḥān, que significa "el aromático". Planta nativa del sudeste de Europa y norte de África, siempre verde, de discreto olor inconfundible, famoso como seto en los jardines y noches de la Alhambra hasta dar nombre propio a un patio: Patio de los arrayanes.

El fruto es una baya redondeada comestible, azul oscura, que conserva parte del cáliz en su extremo superior, con muchas semillas que dispersan los pájaros al alimentarse de esas bayas que, molidas, sirven de sucedáneo de la pimienta y especian la genuina mortadela o salchicha de Bolonia.

En Cerdeña y Córcega producen licor de mirto, rojo y blanco, y los calabreses ensartan los higos secos con una rama de arrayán y los hornean para consumirlos durante el invierno.

El mirto se usó como febrífugo porque, como la corteza del sauce, es rico en ácido salicílico (aspirina), y contra la rinosinusitis.

La foto es de una plantita cultivada en maceta durante muchos años.

Cuando Dionisio descendió a los infiernos para rescatar a su madre Sémele, Hades, señor de aquellas regiones lúgubres, le dijo que accedería a su petición con la condición de que Dionisio le cediera algo muy querido. Tras reflexionar, Dionisio le ofreció un ramito de mirto al soberano de lo invisible. Hades aceptó. 

Roberto Calasso se pregunta cómo fue que esa humilde planta podía sellar un pacto tan portentoso. Y explica la razón: De mirto se coronaban los esposos en la tierra y Hades estaba deseoso de desposar a Perséfone. Anhelaba que el reino de la muerte se mezclara con el erótico, así que el mirto se volvió planta no sólo erótica, sino también luctuosa.

Hipólito era hijo de una amazona, vegano, virgen, hermosísimo. Se abstenía de tocar a las mujeres. Su madrastra, Fedra, lo adoraba en secreto. Conocía a distancia cualquier contracción de los músculos de su hijastro. Cuando el deseo del joven se le hacía intolerable, se quitaba una aguja del tocado y, mientras sus ojos asediaban cualquier gesto de Hipólito, con la punta de la aguja perforaba hojas de mirto. (Mýrton en griego significa baya de mirto, pero también clítoris).

Fedra se ahorcó por mal de amores, por la indiferencia de Hipólito, que acabó sintiendo que un espasmo le atacaba el cerebro. Era la hoja de mirto torturada por el precioso alfiler de la amante que lo deseó a distancia. En la hora de su muerte el aroma de su cuerpo lastimado, de su sangre virginal, se mezcló con otro más puro procedente de Ártemis, la diosa cazadora a la que Hipólito servía. Aroma nocturno, inconfundible.