miércoles, 28 de abril de 2021

SANTATERESA

 

Mantis, santateresa, 21 agosto 2017

Es hasta cierto punto un mito que la mantis decapite y devore al macho mientras con él copula. No siempre; al menos no lo hace sistemáticamente. Tal vez en tiempos de escasez y si el macho se descuida. Cuando la cópula se vuelve trágica y manticida, la hembra empieza por descabezar al macho, pero el acople no se interrumpe, porque la eyaculación masculina está controlada por el último ganglio abdominal. Tampoco le hacen asco las mantis al canibalismo con individuos menores si el hambre aprieta.

Hay humanas peores que mantis en relación al partenaire, "viudas negras", pero son muy raras. El asesinato femenino no llega al diez por ciento en ninguna parte y suele ser por envenenamiento. La violencia cuerpo a cuerpo, además de inelegante, es poco femenina. No obstante, por naturaleza, la gran inversión siempre la hace la hembra en sus hijos, en su descendencia directa, "sangre de su sangre".

Este insecto, la santateresa, es el único animal que tiene un solo oído, en el tórax. Beneficioso en nuestras huertas y jardines y en el control de plagas, pues ataca todo tipo de insectos, las especies mayores, tropicales, son capaces de cazar pequeños pájaros. En Europa es especie protegida. En España contamos al menos con tres o cuatro especies, alguna como Sphodromantis viridis llegada no hace mucho de África. 

Desde luego, parece un depredador diseñado por una inteligencia alienígena. Sus patas delanteras no son brazos recogidos para la oración teresiana, sino patas para prender y devorar. El fémur y la tibia anteriores son alargados, robustos y espinosos. Se pliegan como una navaja.

A la cabeza triangular y muy móvil no le faltan sentidos y antenas. Ni ojos, pues a los dos complejos y compuestos se unen tres ocelos antiguos y simples. Toma el color del entorno, en este caso de un rosal antiguo. Permanece quieta, al acecho, con las patas anteriores recogidas como si rezase..., hasta que las lanza sobre su presa.


Ooteca de Sphodromantis viridis (1 marzo 2008)
la mantis africana bien instalada en nuestra península.

La puesta de huevos es conservada durante la estación fría en el interior de unas cápsulas fabricadas con una secreción especial que al solidificarse toma la textura sólida del cartón o el plástico. Estas ootecas las fija la mantis sobre plantas. Al Primer estado larvario (proninfa vermiforme) sigue enseguida otro en el que el individuo se parece ya mucho a la imago.

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