Búho chico, inmaduro (Asius otus), 16 mayo 2023 |
Sal al campo por las noches
si me quieres conocer
soy señor de grandes ojos,
cara seria y gran saber.
En general y en nuestra cultura el búho se ha asociado a la sabiduría, la intuición, el conocimiento y el misterio. En la Grecia antigua y clásica era el animal de la diosa Atenea (la Minerva romana). Se nombra a veces como lechuza, pero la figura que aparece en las monedas es más bien un mochuelo, llamado cientificamente Athene noctua, en la acuñación del dragma y como emblema de la capital del Ática.
En algunas culturas nativas americanas los búhos son mensajeros espirituales, mediadores entre el mundo de los sueños, el de los muertos y el de los vivos. Se les asocia a los curanderos quienes, como los búhos, disponen de una visión aguda.
En Japón y China los búhos simbolizan protección, felicidad y suerte. Se creía que atraían la fortuna y alejaban los malos espíritus.
Sin embargo la tradición semita y cristiana asocia el búho con el mal. En un relato de Javier Tomeo (El artefacto) los monjes de un tribunal de la inquisición discuten sobre las alas de los ángeles y de los diablos, estas últimas más parecidas a la de los murciélagos que a las de las aves, según dijo el monje Rufino, que vio al demonio volando en torno a unas monjas.
El búho, como el murciélago, es criatura de la noche, ave nocturna, por lo tanto pertenece también al bestiario de Satanás, opuesto al bestiario luminoso de Cristo. El ave de rapiña no simboliza pues el espíritu de la meditación, sino la ceguera ante las cosas espirituales.
Asius otus puede vivir hasta 15 años. La hembra pone de tres a cinco huevos. El de la foto es joven. Nos conocimos durante una primaveral atardecida, gracias a su corto y apagado reclamo: ¡Huh!
No hay comentarios:
Publicar un comentario