miércoles, 28 de junio de 2023

ESFINGES

 

Esfinge de la correhuela. Agrius convolvuli 19-09-2019

Es difícil ver a una esfinge de las antiguas. Edipo tuvo que enfrentarse a una para poder entrar en Tebas. Resolvió el enigma que le posó la bestia, pero no le sirvió de mucho. Fácil, saber qué criatura repta, anda a cuatro a patas, luego a dos y luego a tres. Los ciudadanos de Tebas le agradecieron que les hubiera librado del monstruo que les dificultaba en comercio y casaron a Edipo con su madre. Cuando lo descubrió ya había tenido una hija con ella, Antígona. Edipo se sacó los ojos y vagó desdichado por el mundo. Sin saber quién era, también había matado a su padre.

Hyles livornica. Larvas polífagas, 2 mayo 2006

Algo verían los entomólogos en estas mariposas para llamarlas enfinges (Sphingidae). Son una gran familia de lepidópteros robustos, ditrisios, con alas estrechas y apuntadas que les permiten un vuelo rápido. Cuentan con una probóscide larguísima que les permite absorber el néctar manteniéndose mientras se mantienen en el aire como colibríes. Son excelentes polinizadoras. Frecuentan las flores que abren sus cálices a la atardecida. Hay descritas 1450 especies agrupadas en 200 géneros por todo el mundo. Si el clima lo permite son multivoltinas (varias generaciones por año).

Macroglossum stellatarum libando flores de almendro

Agrius colvolvuli, la Esfinge de la correhuela puede parecer un pájaro cuando la ves volar, por su tamaño, similar al de la Esfinge de la calavera (Acherontia atropos), una mariposa nocturna que ha fascinado a los artistas y sirvió de símbolo al film del Silencio de los corderos. A las esfinge de la calavera es posible verla también por nuestros cerros, migrante de África. Para espantar a sus posibles enemigos emite un sonido terrorífico.

En nuestros jardines es muy frecuente ver suspendida sobre las flores, virando rápido de una a otra, a Macroglossum stellatarum. "Macroglossum", es decir de gran lengua, libando néctar de dondiegos, de madreselvas, de las flores del níspero, del almendro o de alhelíes... Es más raro verla posada, como en la foto de abajo, perfectamente mimetizada con el entorno:

Macroglossum stallatarum con las alas recogidas y camuflada

El escritor alemán Hermann Hesse en uno de sus relatos (El ciclón) las describe:

"Encima de los alhelíes temblaban en el aire aquellas vibrantes mariposas, veloces, voltarias, de grueso abdomen y transparentes alas, a las que llaman 'esfinges' o 'colas de pichón'".
Macroglossum stellatarum libando en una viborera


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