sábado, 13 de enero de 2024

NYMPHALIS POLYCHLOROS

 

Nymphalis polychloros, 7 junio 2007

En quince años, sólo la he visto una vez. Por lo menos la pude fotografiar. Tras el destello naranja del anverso de sus alas, uno debía recordar su posición y acercarse lentamente con pasos de felino. Al cerrar sus alas se dismulaba perfectamente, camuflada sobre un tronco rugoso gracias al abigarrado dibujo que inventan sus escamas microscópicas.

Ninfa del olmo

Llamada Antíopa o mariposa Olmera, pertenece al genero Nymphalis que incluye 128 especies. El epíteto genérico se deriva de las doncellas mitológicas que habitaban fuentes, bosques y grutas; el nombre específico, polychloros, por los muchos puntos azul-verdosos de brillo metalizado en el borde irregular de sus alas.



En estos cerros es mucho más rara que la ortiguera con la que se puede confundir. Las hembras son mayores que los machos, hasta seis centímetros de envergadura alar.



Es univoltina (una sola generación al año). Su ciclo es original porque inverna (o hiberna) como adulta ocultándose en oquedades, grutas, bodegas..., de ahí el sobrenombre de "cavernícola". Los adultos eclosinan al principio del verano y se entregan al cortejo y cópula. Sobreviven durante los fríos para que las hembras pongan sus huevos a principios de la primavera. 

Foto de WASTE Magazine. Guía de mariposas.

Los orugas emergen en dos semanas y se protegen al principio juntas bajo un nido sedoso. Comen hojas tiernas de olmos y sauces, pero también de rosáceas leñosas como majuelos, manzanos, almendros, perales... A finales de la primavera las orugas crisalidan.



Prefieren zonas boscosas de caducifolias, próximas a cursos de agua. Se extienden por eurasia y norte de África. No se la considera en peligro, pero en los Cerros, según mi experiencia, es muy rara, tal vez por la desaparición de muchos de los sotos y la escasez cada vez mayor de olmos, sauces y majuelos.

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