lunes, 15 de septiembre de 2025

DIMORFISMO SEXUAL (abejas carpinteras)

Xylocopa violacea macho, 7 septiembre 2025


No siempre es fácil diferenciar el sexo de los insectos y detectar el dimorfismo sexual, que lo hay. En general, las hembras suelen ser mayores que los machos, al contrario que entre nosotros. En el caso de la Xylocopa violacea, la abeja carpintera, puede parecer difícil a primera vista ya que ambos sexos tienen un cuerpo grande, negro y peludo, con alas que reflejan tonos azules y violetas, de donde su nombre.

Sin embargo, en la abeja carpintera la diferencia de sexos es notable si observamos de cerca  las antenas. El macho tiene una o varias manchas amarillas o anaranjadas o marrones en los últimos artejos (segmentos) de sus antenas. La hembra, por otro lado, tiene las antenas completamente negras.

Abeja carpintera macho, libando en lantana


Por otra parte, aunque no es muy aparente, las hembras poseen aguijón y por lo tanto la capacidad de picar, aunque es muy difícil que la usen. Los machos carecen de él y su única defensa es un comportamiento territorial y un zumbido fuerte para ahuyentar a posibles depredadores. Aunque las hembras pueden picar si se sienten amenazadas o manipuladas, generalmente no son agresivas hacia los humanos.

Charla de hembras, sororidad


En cuanto al comportamiento, el macho es más propenso a patrullar y volar de forma errática en un área en busca de hembras, a menudo mostrando un comportamiento territorial. La hembra, por su parte, se enfoca en la obtención de alimento y en la búsqueda de madera muerta o blanda para horadar y construir su nido.

Aunque no es una regla estricta, en algunas fuentes se menciona que las hembras tienden a ser un poco más grandes que los machos, con una envergadura alar ligeramente mayor. Sin embargo, la diferencia en las antenas es mucho más confiable para la identificación.

lunes, 1 de septiembre de 2025

SALTAMONTE DE LOS CAMPOS

 



El género llamado Calliptamus pertenece a la familia Acrididae, dentro del orden Orthoptera, ortópteros. Abarca varias especies de saltamontes y langostas. Son nativos de Europa, África y Asia. 

Características: Pertenecen al suborden Caelifera, que incluye a los "saltamontes de cuernos cortos", a diferencia de los Ensifera (grillos, saltamontes de cuernos largos). Suelen prosperar en hábitats cálidos y secos, como praderas, estepas rocosas, campos de cereal y bordes de caminos.

Importancia ecológica: Son herbívoros polífagos. En condiciones de alta densidad de población, algunas especies pueden llegar a ser consideradas plagas para la agricultura, afectando a cultivos como cereales, pastos y leguminosas.

Morfología: Como otros ortopteros, presentan dimorfismo sexual, con las hembras generalmente más grandes que los machos.

Calliptamus barbarus, saltamonte de los campos


Etimología: "Calliptamus" proviene de las palabras griegas κάλλος (kállos), que significa "belleza" o "hermoso", y πταμος (ptamos), que significa "volador" o "el que vuela". Por lo tanto, el nombre se traduce aproximadamente como "hermoso volador", probablemente en alusión al vuelo que realiza el insecto.


Calliptamus barbarus, agosto 2009

Calliptamus barbarus (Saltamontes de los campos)

Calliptamus barbarus es una de las especies del género más comunes y extendidas en la Península Ibérica y en la región mediterránea de Europa, así como en el norte de África y parte de Asia Central.

Descripción: Saltamontes de tamaño pequeño a mediano, con una longitud que rara vez supera los 25 mm. Su coloración es variable, a menudo con tonos grises o marrones que le permiten camuflarse bien en su entorno. A veces puede mostrar una coloración rosácea o rojiza en sus alas posteriores, visible durante el vuelo, similar a la de otras especies del género.

Hábitat y distribución: Prefiere los terrenos secos y abiertos. Es muy común en praderas, campos de cereal, matorrales y bordes de caminos. Relevancia antrópica: Aunque generalmente no causa problemas a gran escala, en ciertas condiciones de alta densidad poblacional, puede convertirse en una plaga local para los cultivos.

Taxonomía: Fue descrito por primera vez por O. G. Costa en 1836. Se han reconocido varias subespecies, como Calliptamus barbarus barbarus.

Etimología:  El nombre "barbarus" (bárbaro) proviene del latín y suele usarse en zoología para referir a la procedencia del animal. En la antigüedad, la palabra "bárbaro" se usaba para describir a aquellos pueblos que no hablaban latín o griego, es decir, que vivían fuera del mundo grecorromano. En zoología, a menudo se usa para indicar un origen extranjero, exótico o, en este caso, posiblemente para referirse a su distribución en tierras consideradas "bárbaras" por los antiguos romanos, como el norte de África (barbaria en latín) o regiones más allá del Imperio Romano.