domingo, 3 de julio de 2022

MACAÓN

 

Papilio machaon, 12 mayo 2012

Recuerdo haberme bajado de la bicicleta en una glorieta, descolgándome del pelotón, para perseguir a este bellezón y sacarle foto, ya en pleno verano. Puede llegar a los ocho centímetros de envergadura alar.

Este lepidóptero ditrisio de la familia Papilionidae se distribuye ampliamente por el hemisferio norte, muy raramente en las islas británicas. En la Loma de Úbeda no es fácil verla por mucho campo que se ande. Seguramente el abuso de los pesticidas ha disminuido su población, pues antes fue común en toda Iberia.


Tuve la suerte de poder fotografiarla hace diez años en el monte Bacayo, cerca de Villanueva del Arzobispo. A su oruga muy llamativa le gusta la zanahoria silvestre y el hinojo (umbelíferas). Sus parientes tropicales, llamadas "ornitópteros" por sus alas de pájaro, son más grandes aún y coloristas, pero han sido esquilmados por los coleccionistas. Existen cuarenta subespecies de Papilio machaon reconocidas. 

En la mitología griega, a Macaón, uno de los dos hijos de Asclepio, se le reconocía el don de curar las heridas más graves y reinó junto con su hermano Podalirio (nombre de otra hermosa mariposa) sobre tres ciudades de Tesalia. Fue pretendiente de Helena, por lo que participó en la expedición contra Troya. Virgilio cuenta en la Eneida que Macaón fue uno de los que entraron en el célebre y engañoso caballo. Otros cuentan que murió antes y que sus cenizas fueron llevadas por Néstor a un santuario de Gerenia al que acudían los enfermos buscando curación para sus males.

Cuesta Zapata, 9 de octubre 2018


MACAÓN OTOÑAL


Vuelan los vilanos ayudados por la tempestad. Se elevan próximas al camino algunas tolvaneras. Otoño. Más exactamente, nueve de octubre. Me entretengo en una de esas islas salvajes que aún quedan entre olivar y olivar. Todo agostado, las vainas de avena loca han soltado sus granos, apenas es posible ver alguna flor solitaria, alguna centaurea aprovechando el sol entre nube y nube, algún geométrido escondiéndose entre las pajas secas.

¡Y de pronto, una aparición!, un ejemplar de segunda generación de la enorme, maravillosa macaón (Papilio machaon) con sus cielos azul profundo de estrellas mínimas sobre fondo amarillo azufre, elegantes venas negras, ocelos rojos en el ala inferior rematando la banda negra de las manchas cián, ¡y con sus dos colas íntegras!

Por su tamaño, tal vez se trata de una hembra (los machos son más pequeños). Sus orugas se alimentan de hinojo, abundante en la zona y todavía en flor y de otras umbelíferas como la ruda. Según los libros, debería ser agosto, pero la foto es de nueve de octubre. Otoño o segunda primavera en la Loma. El invierno lo pasan en forma de crisálida cingulada. No sé si a su puesta y larva le dará tiempo a formarla antes de que lleguen las primeras heladas. Ojalá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario