Vespula germanica, "chaqueta amarilla". |
A finales de verano, las "chaquetas amarillas" (Vespula germanica) os pueden fastidiar una comida campestre o un picnic de media tarde. Podéis intentar matarlas, pero no sin riesgos de que se pongan agresivas y os piquen. También muerden, aunque es difícil que traspasen la piel humana y hagan sangre.
Dos momentos de un mismo episodio dramático, una avispa germánica atrapa a un lacayo carmesí (Utetheisa pulchella) |
Es mejor pagar "impuesto revolucionario" y darles de comer a parte. Buscan ávidamente proteínas porque se están acabando sus presas naturales. Podéis verlas cortar con sus poderosas mandíbulas el trocito de salchichón o llevarse la mosca muerta por el aire. No la quieren para sí; son obreras y buscan alimentos ricos en proteínas para alimentar a las larvas "nobles", de zánganos y reinas, que nacerán a fines del otoño. Si no sobra alimento, se quedan a dos velas. Ellas tienen de todas formas sus días contados.
Los zánganos tendrán las antenas negras más largas. Las reinas fecundadas en otoño son las únicas que sobrevivirán; se ocultan para invernar bajo las cortezas de árboles o en agujeros apropiados donde se aletargan. En primavera comenzarán un nido nuevo.
Según mis observaciones, la chaqueta amarilla ha desplazado por completo en nuestros lares (Cerros de Úbeda) a Vespula vulgaris. A la Avispa papelera no (Polistes gallicus, más grácil y de antenas anaranjadas), pero a la papelera apenas se la ve ya en agosto y no acuden al mantel humano.
La V. germanica construye generalmente sus avisperos anualmente y bajo tierra, del tamaño de hasta un balón de fútbol o de baloncesto con una sustancia parecida al papel, hecha de celulosa y saliva. Su radio de acción desde el avispero es de 300 metros aproximadamente.
¡Ojo con pretender acabar con sus colonias sin ayuda especializada! Si se sienten amenazadas, como la papelera también, atacan en manada. Es originaria de Europa, pero ha invadido otros continentes y ha llegado hasta la Patagonia, donde es considerada invasora. Por supuesto, si en tus huertas o jardines acabas con ellas, tendrás más moscas, chinches, larvas minadoras de tomates y berenjenas, pulgones, etc.
He podido presenciar cómo una chaqueta amarilla es incluso capaz de robar la despensa de una araña, mordiendo sus fuertes hilos con sus bien desarrolladas y cortantes mandíbulas:
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